Saltar al contenido principal
El Laberinto de Wololo
  • Inicio
  • Historias
  • Libros recomendados

Prisionera de unos vasos

octubre 3, 2019, 17:02, No hay comentarios

Todo lo que tenía que hacer era entrar en la casa sin ser vista y robar. No sabía qué me iba a encontrar dentro, me dijeron que era un hombre muy rico y que acumulaba objetos de gran valor. Pensé que si fuera alguien rico y tuviera que esconder lo más valioso de mi colección, lo escondería en una caja fuerte, según mi fuente lo más valioso estaba en el dormitorio. Mi contacto me dijo que el dueño de la casa no iba a estar, tampoco habría alarma, por lo que iba a ser un trabajo sencillo. Al principio me pareció que tenía trampa. 

Tuve que esperar a que se hiciera de noche y ver salir al señor. La casa no era muy grande y estaba en una zona apartada. Esperé unos minutos por precaución. Entrar fue fácil si sabes usar una ganzúa, era cierto que no había alarma. Lo primero en lo que me fijé fue en los muebles caros del salón, todo estaba muy limpio. Me pareció extraño encontrar un vaso lleno con un líquido oscuro encima de la mesita, frente al televisor, se le habría olvidado. De camino al dormitorio, pasé por la cocina, era una cocina americana que conectaba con el salón. Me fijé que sobre la encimera había otro vaso lleno con un líquido más transparente. Pensé que el señor tendría problemas de memoria. 

En el dormitorio había una cama de matrimonio al fondo, una mesilla de noche junto y un armario en la pared izquierda. Encima de la mesilla había otro vaso con un líquido transparente, agua. Decidí olvidar los problemas de memoria del señor y busqué con esmero, no fue difícil encontrar la caja fuerte, estaba dentro del armario. No era muy grande, vi que tenía tres ranuras, encima de cada ranura había un dibujo de un vaso. “¿Cuántas opciones tengo para acertar? ¿Habrá algún sistema de seguridad si fallo? ¿Qué hay dentro de la caja fuerte?” Tenía muchas preguntas y no tenía ninguna respuesta. Busqué por todo el armario y no encontré nada, pero al tocar por encima de la caja fuerte encontré una tarjeta pequeña que ponía:

“Solo una opción es correcta, sola una oportunidad tienes.”

Esa tarjeta resolvía una de mis dudas. Estaba seguro de que las llaves estarían dentro de los vasos, solo tenía que saber qué llave iba en cada ranura. Cogí el vaso con el agua, en el fondo había una llave negra. No podía meter la mano dentro, estaba tapado con un cristal, tenía que romperlo para coger la llave. Cogí los otros vasos, también estaban tapados con un cristal. Sentada en el borde la cama,  decidí que tenía que romperlos y los tiré al suelo con fuerza, de uno en uno. 

Primero cogí la llave negra del vaso de agua, la siguiente llave era de color cobre, estaba dentro del vaso de la cocina, el líquido, por el olor, resultó ser orina, la última llave era de un color claro, no lo pude apreciar bien por las manchas de color rojo del líquido, era sangre. Tenía que darme prisa en abrir la caja fuerte, ya llevaba dentro de la casa bastante tiempo. Después de varios minutos, decidí el orden de las llaves, sería según el orden que vi los vasos al entrar en la casa. Al abrir las dos primeras cerraduras no pasó nada, pero al abrir la tercera empezó a sonar una alarma, apenas tuve tiempo de reaccionar cuando escuché una voz detrás de mí:

—Respuesta incorrecta. 

Después me desmayé. 

—Eso es todo lo que recuerdo, agente. 


No hay comentarios

Responder







Entradas recientes

  • Los monstruos de colores
    23 oct, 2023
  • Desaparición nocturna
    30 jul, 2020
  • Amor fraternal
    29 ene, 2020
  • Terapia de choque
    1 ene, 2020
  • La casa de muñecas
    17 oct, 2019
  • Boleando amor
    12 oct, 2019
  • Muchos Avemarías y Padrenuestros
    3 oct, 2019

Un lector vive mil vidas antes de morir.




Página creada con Mozello - La forma más fácil de crear una web.

Crea tu sitio web o tienda online con Mozello.

Rápido, fácil, sin programación.

Denunciar uso impropio Más información